El plan de estudios de la Facultad de Odontología es muy amplio y puede resultar abrumador si no estás preparado o no te organizas. Aunque cada estudiante tiene su propia forma de aprender y estudiar, desarrollar buenos hábitos de estudio desde el principio te ayudará a empezar el semestre con buen pie. Aquí tienes algunos consejos de estudio que te servirán de ayuda. ¡Mira ahora este curso implantes!
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Haz un plan de estudio factible
Estudiar sobre la marcha es una mala idea, ya que en la mayoría de los casos hace que no se cumplan los plazos, que te atiborres el día antes de los exámenes y que tengas proyectos inacabados. Te encontrarás cada vez más estresado y acabarás haciendo menos cosas. La solución: haz un calendario de estudio teniendo en cuenta tu horario escolar. Incluye horas extra de estudio en los días en los que tengas menos clases y mantén una carga de estudio más ligera para los días en los que tengas clases extra. No te estreses si no puedes cumplir el horario al 100%. Sé flexible dentro de lo razonable y ve actualizando tu plan de estudio cada semana para poder evaluar cuánto has terminado y cuánto te queda por hacer.
Desconectar y encontrar un buen espacio de estudio
Los dos componentes principales de un buen espacio de estudio son la comodidad y la tranquilidad. Encuentre un lugar que le resulte cómodo y destínelo a su espacio de estudio. Una vez que haya encontrado su «lugar», elimine todas las distracciones de esa zona. Si hay un televisor cerca, asegúrate de que esté apagado cuando estés estudiando. Mantén el teléfono, los amigos y el ordenador portátil alejados para que no tengas la tentación de consultarlos cada pocos minutos.
Practica el resumen de tu trabajo
Lo primero que hay que hacer cuando se empieza a estudiar es exponer todo el trabajo de forma organizada. Aunque al principio te parezca que es una pérdida de tiempo y que sólo estás creando más trabajo para ti, verás que una vez hecho el trabajo de base, la parte de aprendizaje será muy rápida. Además, te ayudará a repasar mucho más fácilmente. Revisa todos los apuntes que tengas, así como tus libros de referencia.
De ellos, selecciona toda la información necesaria y haz tus propios apuntes para que puedas entender la materia con facilidad. Si lo haces, no tendrás que buscar el significado de términos y palabras difíciles más adelante. A continuación, convierte la información más importante en la forma que más te ayude. Puede ser una grabación de audio, tarjetas de memoria, diagramas o mapas mentales.
Sigue repasando y revisando
Una vez hecho el trabajo de base, sigue leyendo y revisando la materia. Si te encuentras con algo nuevo, actualiza lo que ya has grabado. Después, lee, relee y revisa de nuevo. Hazlo con la mayor frecuencia posible. Repasar y repasar con regularidad ayuda a mantener la información fresca en tu cabeza para que no tengas que empollar desesperadamente la noche antes del gran examen.